miércoles, 10 de octubre de 2007

Historia de la conquista de El Salvador

conquista1a - Twango


Pedro de Alvarado (1485-1541), natural de Badajoz, en Extremadura (España), fue uno de las capitanes más ilustres del Siglo XVI.
Después de participar en la colonización de Cuba, acompañó a Juan de Grijalbit en la exploración del litoral del golfo de Mexico y como segundo jefe a Hernán Cortés en la conquista del imperio azteca, donde acredito su valor temerario, su don de mando y un corazón más duro que la obsidiana misma.

A este conquistador español, a quien los indios de Tlaxcala dieron el sobrenombre de Tonatiun ( el Sol ), se le atribuye la conquista de las naciones civilizadas de Guatemala y El Salvador.

De fines de febrero a principios de junio de 1524 conquistó a los quichés, cakchiqueles, tzutuhiles, pipiles de Escuinta y xincas de Guazacapein y ante su espiritu vívido de aventura, gloria y riqueza, se mostró una poderosa nación india: la nación Pipil de El Salvador.

Alvarado, al mando de 150 infantes, 100 caballeros españoles, y entre 5 a 6 mil indios auxiliares ocuparon (y sin resistencia) el pueblo de Mocnizaico el 6 de junio de 1524.

El dia siguiente parte y llega a Acatepeque, población que previamente habían abandonado sus moradores ante la noticia de las crueldades de los conquistadores.
El 8 de junio de 1524 en las proximidades de Acajutla, se libró una sangrienta batalla, la más sangrienta de la conquista.

El ejército pipil fue completamente aniquilado; relata el propio Alvarado: "Fue tan grande el destrozo que en ellos hicimos que en poco tiempo no habia ninguno de todos los que salieron vivos".
Sin embargo, no fue fácil la victoria de las armadas españolas, pues perecieron también muchos indios auxiliares, algunos soldados españoles y el propio Pedro de Alvarado recibió un flechazo en el muslo de la pierna izquierda, lanzado por el Principe Atonal, que lo mantuvo durante ocho meses en trance de muerte y que lo dejó cojo para toda la vida, y tuvo que usar, una suela de cuatro dedos de corcho.
Alli, los invasores permanecieron cinco dias descansando y curándose de las heridas y el 13 de junio de 1524 avanzaron sobre Tacuzcalco donde los pipiles presentaron un segundo y más poderoso ejército. "Cabalgué en un caballo como pude -dice Alvarado-, para mejor poder dar orden como se acometiesen, y vi que habia un cuerpo de gente de guerra, todos hecha una batalla de enemigos". Y en seguida afirma que confió la dirección del combate a sus hermanos: por el flanco izquierdo Gomez de Alvarado, con 30 de a caballos; por el flanco derecho Gonzalo de Alvarado, con 20 de a caballos y por el centro Jorge de Alvarado, con el grueso de la tropa.

El ejército pipil, numeroso, dice el jefe conquistador que verlo "era para espantar, porque tenian todos los más lanzas de treinta palmos todas enarboladas; y yo me puse en un cerro por ver bien como se hacia, y vi que llegaron locos los españoles hasta...... los indios, y que ni los indios huian ni los españoles acometian; que yo estuve espantado de los indios que asi osaron esperar". Nuevamente, seguían las propias palabras del conquistador ibero, "aqui se hizo muy grande matanza y castigo".
Dos dias después marchó a Miahuatlán; luego a Ateos, donde recibió mensajeros de los señores de Cuzcatlan, y finalmenle penetró en esta ciudad el 17 de junio de 1524 donde según sus propias palabras, halló "todo el pueblo alzado, y mientras nos aposentábamos, no quedó hombre de ellos en el pueblo, que todos se fueron a las sierras".
El cacique Atlacatl y sus bravos soldados estaban dispuestos a triunfar o morir. Alvarado les envió mensajeros, pidiéndoles que retornaran a la ciudad y rindieran el vasailaje; pero el jefe indio contestó: "Si quereis nuestras armas venid a llevarlas a las montañas".

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