martes, 24 de abril de 2007

El cura y la monja




Un cura va conduciendo cuando de a una monja parada a un lado de la carretera, esperando el autobus.
El cura se detiene y le ofrece llevarla hasta el pueblo más próximo.
La monja acepta y pone el equipaje en el asiento trasero. Al sentarse su hábito se abre un poco y deja ver una hermosa pierna.
Cuando el cura lo advierte casi ocurre un accidente. Consigue controlar el coche aunque no resiste la tentación y pone la mano encima de ella.
La monja mira al cura y le dice: - "Padre,recuerde el Salmo 129"
El padre retira rápidamente su mano y pide disculpas, pero sus ojos se resisten a dejar de mirar la pierna, por lo que , poco después, su mano salta de la palanca del cambio esta vez a la rodilla de la monja: - " Padre recuerde el Salmo 129, reitera la monja.
El cura contrariado, retira la mano y trata de disculparse: : -. "la carne es débil hermana...."
Llegan a su destino y ella mira al cura significativamente y le agradece el favor de haberla acercado a su destino. El cura prosigue su viaje y cuando llega corre a ver lo que dice el Salmo 129
Salmo 129: "Sigue adelante e inténtalo. Alcanzarás la gloria".

MORALEJA para los hombres: ¡Entiendan de una vez por todas que las mujeres jamas les van a decir que si directamente!

MORALEJA para las mujeres: ¡Si no se quieren quedar con las ganas hablen claro!