jueves, 15 de noviembre de 2007

Misterios del mundo parte 9

FENÓMENOS EXTRAÑOS 9


EL AROMA DE VIOLETAS

Después de su desastrosa actuación en la guerra franco-prusiana de 1870, el emperador Napoleón III y su familia salieron de Francia y se establecieron en Gran Bretaña, donde les brindó asilo la reina Victoria. El hijo del emperador, Luis llegó a sentirse tan ligado con su país de adopción, que realizó de forma voluntaria el servicio militar en Sudáfrica. Y, en 1879, dio su vida por Inglaterra en la batalla de Isandlahuana contra los zulúes. fue enterrado en la selva no lejos del lugar de su muerte, aunque nadie estaba muy seguro del lugar exacto.

Deseando que su hijo fuese enterrado en Inglaterra en la tumba familiar, la emperatriz Eugenia acompañó, en 1880, a una expedición en busca del cadáver de Luis. día tras día, la partida de búsqueda exploró la selva africana, incapaz de localizar el lugar del enterramiento. Luego, con su salud quebrantada por el clima tropical y su espíritu decaído, la emperatriz, de repente, detectó el aroma de violetas, la flor favorita de su hijo. Siguió el rastro del olor hasta que se extinguió, en cuyo punto la emperatriz se encontró directamente encima de la tumba de Luis, que estaba cubierta y escondida por la crecida maleza de la selva.


EL OBISPO Y EL ASESINATO DEL ARCHIDUQUE

El obispo Joseph Lanyi despertó de un espantoso sueño en el que aparecía una carta de su antiguo alumno, el archiduque Francisco Fernando de Austria. En el margen superior del papel de cartas había un pequeño dibujo del coche del archiduque. Un general se sentaba enfrente del príncipe y de su esposa, y un oficial se hallaba colocado al lado del chofer. La multitud abarrotaba las calles mientras dos jóvenes, llevando armas, se aproximaban al vehículo. Debajo de aquella ilustración tan perturbadoramente detallada, el texto de la carta ofrecía un augurio aún más fantasmal.
"Querido doctor Lanyi -comenzaba-:deseo informarle que mi mujer y yo hemos sido víctimas de un asesinato político"
Y estaba firmada por "su archiduque Franz" y llevaba la fecha del 28 de junio, a las 3.15 de la tarde.

Según el reloj, cuando el obispo se despertó eran las 3.15 de la mañana y la fecha era la del 28 de junio de 1914. tras escribir los detalles de los sueños, Lanyi contó más tarde el sueño a su madre y a otras personas.

A eso de la 3.30 de aquella tarde, el arzobispo Lanyi recibió un telegrama con la noticia del asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo, la capital de Bosnia-Herzegovina, un suceso que desencadeno la Primera Guerra Mundial. El asesino sólo había sido uno y el oficial iba a pie en el estribo del coche, y no al lado del chófer, pero por lo demás, los detalles del sueño del obispo habían sido de lo más exactos.


ENCUENTROS SOÑADOS CON ALMAS POSTMORTALES

Dos investigadores suizos que han llevado a cabo un estudio de más de 2.500 sueños, creen que algunas figuraciones nocturnas pueden ser en realidad, entre visiones de la vida después de la muerte. Los psicólogos María-Louise von Franz y Emmanuel Xipolitas Kenedy han descubierto que aunque no todos los sueños acerca de la vida después de la muerte resultan significativos, algunos poseen un cualidad especial y sobrenatural, que hace que deban colocarse aparte. Según Kennedy, parecen ser encuentros con almas postmortales, muy parecidos a los que ocurren de una forma típica entre el enfermo terminal. A veces, los soñadores se describen como rejuvenecidos en sus sueños, o pueden reunirse con amigos íntimos o parientes ya fallecidos. Kennedy cree que, aunque no sean en realidad una prueba de la vida después de la muerte, esos sueños poseen un valor considerable que confirma a la mente inconsciente que la muerte futura no es un final, lo cual apacigua el paso del paciente de la vida a la muerte. Señalan la noción de que cualquier cosa que no se haya resuelto durante la vida debe, de alguna forma, como asegura Kennedy, continuarse después de la muerte. El propósito es en cierto modo unir al individuo con el ser arquetípico del que pensamos como Dios.


LOS SOLDADOS ESPECTRALES DE LOE BAR

En 1974, Stephen Jenkins regresó a Loe Bar, en la costa de Cornualles, cerca de donde el rey Arturo se dice que murió. Jenkins llegó con un mapa en la mano y con su esposa al lado. su primera visita a la zona había sido en agosto de 1936, cuando era adolescente. En aquella época se hallaba paseando por el campo, cuando vio un batallón de guerreros medievales, montados a caballo y llevando capas rojas, negras y blancas. Un soldado se hallaba en el centro del grupo, con la mano en la espada y mirando directamente a Jenkins. pero cuando Jenkins avanzó para ver mejor las cosas, todo el ejército se desvaneció.

Ahora la visión reapareció exactamente como casi cuatro décadas antes, pero esta vez la mujer de Jenkins fue también testigo. Y con el mapa pudo señalar con exactitud el lugar de la cita con el ejercito espectral. Tras señalar con una cuadrícula entre los antiguos lugares de enterramiento en esta zona, Jenkins llagó a la conclusión de que los soldados se hacían visibles sólo en un lugar específico a causa de la energía psíquica que emanaba de los terrenos circundantes de sepulturas.


LA DESAPARICIÓN Y REAPARICIÓN DE LA MISIÓN ESPAÑOLA

Nadie está seguro con exactitud de dónde se encuentra la Misión de los Cuatro Evangelistas, pero se cree que se halla dentro de un radio de 60km alrededor de Yuma, Arizona, tal vez en la parte sudoccidental del mismo Estado. Sin embargo, muchos creen que la misión española probablemente se alza a lo largo de Laguna Prieta, un lago en el Sur, junto a la frontera con México, aunque nadie ha podido tampoco encontrar el lago. Oculta durante años en las arenas del desierto, la misión española, de una manera mágica, reaparece sólo para desaparecer de nuevo. Tal vez se vea cubierta por un fenómeno natural llamado "dunas andantes", montones de arena que se forman en el torno de los objetos y que cambian constantemente de forma, alcanzando a veces alturas de diez metros o más.


EL VIAJERO JAPONÉS

En más de cincuenta años de examinar arte precolombino, Alejandro von Wuthenau ha encontrado docenas de estatuas con rasgos asiáticos, algunas de las cuales se remontan al año 2000 a. de C. Una por ejemplo, es la reproducción en terracota de un luchador datado entre los años 1000 y 800 a. de C., encontrado en las montañas mexicanas de Guerrero. Los artefactos, según insiste Von Wuthenau, indican que los japoneses visitaron las Américas mucho antes de que lo hicieran los europeos. La única pregunta es: ¿cómo llegaron allí?

En 1986, Von Wuthenau descubrió lo que cree que tal vez sea una réplica de una nave de alta mar, empleada por los primeros exploradores asiáticos. El buque de terracota de 30cm de longitud contiene diez figuritas de remeros, todos ellos con claros rostros japoneses.


LAS EXTRAÑAS LUCES DE LA LUNA

Desde el siglo XVIII, los astrónomos han observado luces misteriosas que emanan de la superficie de la Luna, datando los primeros registros del año 1787. En las noches del 19 y 20 de abril de ese año, el astrónomo británico Sir William Herschel dirigió su telescopio a la Luna y quedó sorprendido al detectar tres luces que brillaban intensamente, con lo que llegó a la conclusión de que procedían de volcanes lunares. Y, en 1790, Herschel observó más de 150 de la misma clase de luces, que describió como "puntos rojos, luminosos..., pequeños y redondos".

Aunque Herschel fuese un respetado científico, su teoría del volcán fue rechazada por casi todos. Según un informe publicado en The American Journal of Science and Arts, en 1822, los volcanes lunares resultaban improbables porque cualquier roca fundida en el núcleo de la Luna se enfriaría con rapidez a causa del tamaño de la Luna. En vez de ello, se postuló que las luces observadas por Herschel y otros cerca del cráter Aristarco se debían a reflejos de la luz de la Tierra.

En 1965, el astrónomo Zdenek Kopal recopiló 16 casos separados de luces en el cráter de Aristarco y en otras regiones, pero la fuente se encuentra todavía en disputa. Kopal consiguió obtener fotos de la luna que mostraban un brillo distinto en zonas oscuras de la superficie, Kopal las atribuyó a partículas emitidas por la erupciones solares, que habían tenido lugar poco tiempo antes. Pero Kopal no pudo aplicar la misma explicación a los lugares de luz localizados en zonas iluminadas de la Luna Por el Sol, lo cual le llevó a la idea de que "los efectos de la actividad solar pueden depender de procesos que aún no han sido comprendidos".

Unos cuantos años después, en la revista Nature, A A. Mills propuso otra teoría para las luces lunares: "Lechos fluidos" de fino polvo estaban siendo removidos por gases debajo de la superficie de la Luna. A su vez, esos lechos podían producir una neblinosa "descarga luminosa" de electricidad estática que, desde la tierra, parecerían constituir puntos de luz.

Ninguna de esas hipótesis ha sido aún probada o descartada. Sin embargo, otra observación de las luces desafía todas las demás. En 1788, el astrónomo alemán Johann Hieronymus Schroter vio lo que describió como "un punto de luz, tan brillante como una estrella de quinta magnitud", al este de los Alpes lunares. Tras 15 minutos, la luz simplemente, desapareció. Schroter continuó observando la Luna hasta que la misma zona reapareció, en esta ocasión a plena luz solar. Quedó asombrado al ver una sombra redonda, negra y gris, exactamente donde la luz había estado en la anterior revolución de la luna.


LA MALDICIÓN DE CHARLES HASKELL

Los pescadores son muy supersticiosos, y aquellos que practican su oficio en las en extremo traicioneras aguas de los Grandes Bancos, frente a las costas de Terranova, pueden incluso ser aún más precavidos que la mayoría. Así, cuando un obrero que inspeccionaba la goleta Charles Haskell se cayó desde la escalera de toldilla y se rompió el cuello, en 1869, muchos decidieron que aquella nave estaba maldita. Pero a pesar de esta reputación, el capitán Curtis, de Gloucester, Massachusetts, asumió el mando y llegó a reunir una tripulación deseosa de zarpar en el Haskell.

En 1870, el charles Haskell se encontraba entre los más de un centenar de barcos que navegaban por las aguas de los Grandes Bancos, cuando se presentó un huracán. Mientras el mar se alborotaba y los pesqueros cabeceaban, el Haskell embistió al Andrew Johnson, destrozándolo y matando a cuantos iban a bordo. Aunque en extremo dañado, el Haskell logró ser arrastrado hasta el puerto.

Una vez efectuadas las reparaciones, el Hastell se aventuró de nuevo a regresar a los Grandes Bancos durante la primavera siguiente. Seis días después de haber zarpado, dos hombres de la guardia de medianoche experimentaron una horrible visión: 26 fantasmas con chubasqueros abordaron la nave. con los ojos reducidos a unas cuencas vacías, procedieron a ocupar sus puestos como si comenzasen a pescar. Algún tiempo después, una vez evidentemente completada su misión, los fantasmales pescadores regresaron, en fila india, a las lóbregas aguas.

Los vigías informaron al capitán de cuanto habían visto a éste, suficientemente alarmado por los aterrados rostros de los vigías, hizo virar el barco. De camino a casa, la aparición de los pescadores se repitió. En esta ocasión, mientras el Haskell se aproximaba a tierra, los 26 fantasmas marinos anduvieron por las aguas hacia el puerto de Salem.

Y esto ya fue suficiente para convencer a los pescadores, incluyendo al capitán Curtis, u el Charles Haskell ya jamás volvió a hacerse a la mar.


LA MONTAÑA WALDO

A principio de los años sesenta, un excéntrico urbanizador de terrenos, llamado Waldo Sexton, decidió que su ciudad natal, Vero Beach, en Florida, era demasiado llana. Lo que necesitaba era una montaña. por lo tanto, construyó una. A los lados de la colina de 15 metros de altura, Sexton talló unos escalones que llevaban a dos solitarias sillas de jardín colocadas en la cumbre. Más tarde, Sexton donó su montaña a la ciudad para disfrute de todos.

Cuando la montaña se allanó, en 1972, cinco años después de la muerte de Sexton, se construyó en su lugar un restaurante. Pero desde el mismo momento de su apertura, el restaurante se vio acometido por extraños acontecimientos. Los vasos se rompían y los objetos se caían desde las paredes sin una causa aparente. Una noche, después de que la propietaria, Loli Heuser, hubiera cerrado su establecimiento, y tuvo una visión de una estatua de bronce del mismo Waldo Sexton, creyó comprender qué estaba afectando al restaurante. Waldo, perturbado por el ataque y desaparición de su montaña, estaba llevando acabo su fastidiosa venganza.

¿Cuál fue la solución de Heuser ante aquel problema? Confiando en apaciguar al difunto urbanizador, planea al azar una estatua de Waldo Sexton y una réplica en miniatura de su montaña en las instalaciones del restaurante.


LA MALDICIÓN DE DUNNELLEN HALL

Después de que su marido muriera de un ataque cardíaco cuando le llevaba a casa en coche su chófer, Lynda Dick puso a la venta la mansión Dunnellen Hall, de 28 habitaciones. Comparó la morada de Greenwich, Connecticut, con el Diamante de la Esperanza, y contó al agente inmobiliario que traía mala suerte a cualquiera que la poseyese. En efecto, desde que salió de las manos de los dueños de la familia originaria, la mayoría de los ocupantes habían sufrido dificultades financieras y algunos incluso fueron procesados.

Dunnellen Hall, una mansión jacobina con 12 hectáreas de extensión y con vistas del Long Osland Sound, fue construida en 1918, encargada por Daniel grey Reid como regalo de boda para su hija Rhea y su marido, Henry Ropping. En 1950, sus hijos vendieron la finca a Loring Wasburn, presidente de una fabricante de acero.

En 1963, después de que Wasburn sufriera dificultados financieras, Dunnellen fue comprada por una compañía financiera y estuvo desocupada hasta que la compró Gregg Sherwood Dodge Moran; corista y ex esposa de un heredero de la fortuna de los automóviles "Dodge", se casó con Daniel Moran, un agente de policía de la ciudad de Nueva York, que más tarde se suicidó de un disparo.

El financiero Jack Dick pagó un millón de dólares por Dunnellen Hall, en 1968. Poco después, en 1971, fue procesado y acusado de haber robado 840.000 dólares a través del uso de documentos falsos para conseguir un préstamo. Murió en 1974, antes de que se celebrara el juicio de su causa.

A pesar de la conclusión de Lynda Dick de que la finca estaba maldita, el precio por Dunnellen Hall aumentó hasta los tres millones de dólares cuando, un ciudadano de la India, Ravi Tikko, propietario de superpetroleros, la compró en 1974. Un hundimiento en el mercado petrolero, durante el embargo de mediados de los años setenta, forzó a Tikko a vender la propiedad a sus más recientes propietarios, el magnate de fincas y hoteles Harry Helmsley y su esposa, Leóna. En 1988, los Helmsley fueron procesados, acusados de delitos federales por evadir más de cuatro millones de dólares en impuestos. En 1989, la misma Leona Helmsley fue procesada por evasión de impuestos y sentenciada a pena de prisión.


MUTILACIONES DE GANADO

¿Adoradores de Satán u ovnis? Ésta constituye una pregunta que los rancheros de ganado del Medio Oeste estadounidense se han hecho después de numerosos incidentes de extrañas mutilaciones entre sus rebaños. Sea cual sea la respuesta, alguien destruía su ganado de un modo horroroso e intrigante.

A finales de verano de 1975, un ranchero de Colorado encontró una maleta de plástico que contenía una oreja de vaca y una lengua, así como un escalpelo. Aquello fue considerado por los investigadores como la primera pista concreta que relacionaba las matanzas con alguna clase de culto. luego, en agosto de aquel mismo año, un automovilista de Blaine Country, Idaho, informó haber visto un grupo de figuras encapuchadas cerca de un rancho donde se encontraron dos vacas mutiladas al día siguiente. Posteriores investigaciones no lograron encontrar más señales de los cultistas. incluso así, los investigadores estuvieron convencidos de que los culpables eran humanos, aunque sus actividades fueran inhumanas.

Sin embargo, otros incidentes no quedaron explicados de manera tan explícita. En Washington Country, Colorado, por ejemplo, el ganado mutilado pareció haber sido lanzado desde el cielo, llevando a los rancheros a la conclusión de que se hallaba implicado algún avión. Y en Copperas Cove, Texas, un granjero vio una luz anaranjada colgada por encima de su explotación agrícola en la noche en que sus terneros habían sido sacrificados. Al día siguiente, una inspección de la zona reveló que la hierba estaba aplastada en círculos concéntricos, como si la hubiese hundido el impacto del aire desde arriba.

una de las intrigantes mutilaciones de ganado tuvo lugar en Whiteface, Texas, en marzo de 1975. No sólo una novilla fue encontrada en el centro de un abrasado círculo en un trigal, sino que la mutilación era particularmente horrible e inexplicable. La lengua del animal y los órganos externos estaban arrancados; su cuello grotescamente retorcido; y su ombligo parecía taladrado. Pero por asombroso que fuese, no había señales de sangre en ninguna parte en el suelo alrededor del animal.

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