EVOCACIÓN BÁSICA
Los
autores de la mayoría de los libros, guías y grimorios de evocación han
puesto aparentemente sus más grandes esfuerzos en confundir todo el
tema, la naturaleza de lo que es sorprendentemente simple una vez ha
sido Trabajado exitosamente siguiendo los principios básicos y
directrices para lograr un resultado consistente, reproducible y
verificable. La mayoría de estos autores se han restringido a si mismo a
uno o como mucho a unos cuantos sistemas ocultos similares, así como
también restringiéndose a si mismos a lo que aquellos sistemas definen
como bueno y malo, correcto o incorrecto, lógico o demente, plausible o
imposible. El hombre por su propia naturaleza, está sin limites o
restricciones y cuando él se une con los imperecederos e inquebrantables
Poderes de la Magia(k), sin miedo o duda, el Trono de Dios es sólo el
comienzo de su potencial.
A
causa de estas enseñanzas erróneas, sin embargo, así también como a su
propia creencia de que él no posee el poder innato para convocar a un
espíritu o las facultades para comunicarse con este, el Neófito entra al
Templo de evocación con la expectativa de que va fallar. He oído a
menudo, mientras enseño estos Artes que, “”he intentado algunas
evocaciones ¡pero ninguna de ella funcionó!”.
Mi
siguiente pregunta es, “¿por qué no?” lo cual usualmente provoca un
tartamudeo seguido por el silencio. Mi segunda pregunta es, ¿cómo puedes
decir con certeza que el espíritu no escuchó tu llamado, se acerco y
esperó para que lo lleves a la materialización?“ De nuevo silencio.
“Ahora, mientras has repetido tus intentos de evocación, ¿que has hecho
diferente para lograr el éxito que te ha eludido?” Esta ultima pregunta
es usualmente respondida con evasivas, vagas alteraciones emocionales
de lo que supuestamente ha sido hecho en el ritual de evocación, tales
como, “Intenté sentir al espíritu más intensamente cuando llamaba su nombre” o “realmente puse mi corazón en esto las ultimas veces”.
Los
espíritus, demonios, ángeles, elementales, jinns y todas las otras
incontables entidades que pueden ser convocadas, EXISTEN, independiente
de ti y tu deseo por materializarlos. Cuando tú los llamas en acordancia
con los principios elementales de la evocación, ellos RESPONDERAN,
independientemente de si agachas tu cabeza en derrota antes de que la
conjuración haya sido recitada hasta el final. Sí el espíritu no se
materializa en un modo en el que el Evocador pueda contemplar, tal
supuesto fracaso es debido ala negligencia del Neófito de aquellos
fundamentos básicos y simples los cuales garantizan el éxito. En casi
todos los casos, la evocación no ha fallado en absoluto, sino que el
Convocador ha fallado en reconocer el valor de la cosa que está de pie
dentro del templo esperando a ser ordenado o el éxito de la Operación
fue abandonado en los primeros diez minutos del ritual. Este ritual que
ha sido usado exitosamente a través de milenios nunca falla porque el
Evocador no puede pronunciar una palabra bárbara correctamente o porque
no ha pasado suficiente tiempo contemplando en el espacio vacio o en una
bola de cristal o un espejo para prepararse.
Casi
tan frecuentemente como los estudiantes que se han aproximado a mi con
reportes de evocaciones fallidas, he recibido reportes de estas mismos
estudiantes sobre ocurrencias sobrenaturales en sus vidas poco después
de tales “fracasos”. Los demonios que ellos intentaron convocar
empezarían a manifestarse en sus vidas, no como una figura espectral en
el triangulo, sino como una fuerza imparable reordenando la realidad,
intentando desesperadamente lograr el propósito por el que han sido
Llamados. Cuando las evocaciones siendo abandonadas al fracaso, el
Convocado raramente dará los deseos no pronunciados de mis estudiantes,
pero encontraran otros modos por los cuales pueden influenciar sus
vidas... dejando usualmente a sus victimas predeterminadas correr hacia
mí por salvación temporal.
Desde el momento en que decides realizar una evocación, debes
tratarla como exitosa hasta que recibas tu resultado final. Nunca dejes
el ritual a medio terminar con demonios permaneciendo cerca esperando
por tu orden. Si no puedes sentir la cercanía del Convocado cuando haz
consagrado su sigil, céntrate, recupera tu enfoque y comienza de nuevo.
Si no eres capaz de verlo cuando lo haz llamado a la manifestación
completa, tranquiliza tu mente y emociones, reenfoca tu voluntad, afina
tus sentidos y ordénalo una vez más. Este arte de la evocación es quizás
la ciencia más delicada jamás estudiada y jamás puesta en practica
desde el inicio. Los principios por los cuales esto funciona, que han
sido consecuentemente aplicadas sin importar la tradición o la religión y
que han sido delineadas en este texto, son los parámetros de la
ecuación y una vez ellos son puestos en practica, se cuantificaran a si
mismas.
PREPARANDO EL TEMPLO
Las
preparaciones físicas del templo y las herramientas deben ser hechas en
no más de doces horas y no menos de una hora del tiempo de la evocación
prefijado. Esto no sólo te permitirá tomar tu tiempo y cuidado en los
arreglos, sino también respetar aquel espacio y aquel día, con un
conocimiento certero de la hora de la Convocación. Sí el Templo es en el
interior, debe ser limpiado, barrido y ordenado. Sí es en el exterior,
todas las rocas, ramas y desechos deben ser limpiados del área. Siempre
me he sorprendido cuando noto a un Hechicero particular que conozco que
se precipita a restregar su casa desde el techo hasta el piso cuando sus
padres llegan de visita, pero simplemente mueve el desorden fuera del
triangulo para preparar una visita de un Rey Goético, un Arcángel o un
Gran Demonio.
Una
vez tu área de trabajo está limpia, establece el Círculo o mándala que
haz elegido para usar, dándole por lo menos un diámetro de tres pies.
Directamente fuera del Circulo, un triangulo equilátera debe ser
dibujado, grabado o en cualquier otro modo impreso sobre el suelo
físico, una de sus puntas tocando la circunferencia del Circulo y los
otros dos creando una línea paralela al diámetro del Circulo. La
evocación y materialización son más fenomenales cuando el Triangulo es
puesto en una dirección cardinal más adecuada a la naturaleza del
Convocado. A menudo una concordancia planetaria o elemental es dada para
cada espíritu en sus grimorios y tal puede ser usado para colocar el
Triangulo en acordancia:
Los
arcángeles Rafael, Michael, Gabriel y Auriel son llamados desde sus
posiciones respectivas, Rafael al este, Michael al sur, Gabriel al oeste
y Auriel al norte y sus familiares pueden ser llamados de la misma
dirección. Los espíritus elementales deben ser llamados encarando la
dirección cardinal en correlación con el elemento del espíritu. Más
genéricamente y menos “propiamente”, los ángeles deben ser evocados con
el Triangulo en el este, demonios en el sur, espíritus de los muertos en
el oeste e inteligencias en el norte.
Pon
un brasero en el centro del Triangulo de Manifestación lleno con carbón
fresco. Evita la tentación de comprar incienso de discos de carbón
especial del vendedor pagano local. Estos son usualmente muy pequeños
como para ser efectivos para quemar la cantidad de incienso necesario
para la evocación, de forma muy difícil para apilar y se queman muy
rápido sin dar suficiente calor para quemar todo el incienso
rápidamente.
El
incienso es usado en la evocación no primariamente por el aroma, sino
por el humo. Hay algunas teorías que postulan acerca del mecanismo
exacto del humo del incienso en la evocación y la materialización
completa, desde proporcionar una substancia densa pero maleable con la
que el espíritu pueda construir un cuerpo, hasta causar un tipo único de
asfixia de monóxido de carbono el cual libera endorfinas y dopamina que
a su vez resulta en la alucinación del espíritu. Piscinas de sangre
fresca son usadas también en formas de evocación más extremas y
demoniacas, usualmente con mayor éxito que con el humo intoxicante.
Nuevamente, las explicaciones van desde la dispersión ectoplasmica de la
sangre al impacto psicológico de tal espantosa presencia que hace que
el Evocador vea y escuche al evocado. ¿Está lejos del reino de la
credibilidad y la experiencia de aquellos que convocan legiones
demoniacas o ejércitos angélicos para propósitos de realinear el destino
que quizás el incienso, sangre caliente, semen o los otros materiales
usados para la manifestación del espíritu poseen una virtud interna y
por si mismas la cual altera el entorno inmediato para permitir la
materialización espiritual?
Algunos
tradicionalistas insisten en que el brasero debe ser mantenido bajo
agua fría purificada para ser limpiada de impureza espiritual y debe ser
consagrado junto con las otras herramientas rituales. La función del
brasero, sin embargo, es una física en lugar de una espiritual. Éste es
puesto en el Triangulo para que el incienso pueda arder sin quemar el
Templo entero.
Un
suministro de incienso debe ser mantenido dentro del Círculo, ya que
éste será continuamente apilado sobre el ardiente brasero a lo largo del
ritual. Muchas Operaciones de evocación requerirán una gran cantidad de
incienso para ser quemado, por lo que, aunque el acostumbrado incienso
puede ser caro, asegúrate de tener más que suficiente para que no te
quedes sin tu base para la materialización mientras el demonio esta a
medio camino de la formación. Sándalo, olíbano y Díctamo de Creta han
sido usados por siglos en la evocación y han demostrado su valor para
casi todo Hechicero practicante. Puede ser ventajoso, sin embargo,
elegir incienso que coincida directamente con la esfera de origen de la
entidad que estarás llamando, o a menudo trabajar con la intuición o
Visión Verdadera sola producirá resultados incomparables. Aunque el
olíbano es excelente para la evocación de Rafael, es el sándalo el que
permitirá una materialización más completa de la mayoría de espíritus
elementales y el moderno incienso de Sangre de Dragón funcionará bien
con la mayoría de las entidades Goéticas menores. En la misma línea,
puedes quemar salvia recogida directamente del arbusto para la evocación
de espíritus de sabiduría o paz si es que vives en el desierto o puedes
amontonar cabellos humanos secos en los carbones para crear un humo
nocivo que materializará a la mayoría de las entidades Qlifóticas o
verdaderamente demoniacas.
Tu
altar debe ser puesto en el centro exacto del Círculo y sobre este debe
ser puestas dos velas negras o blancas. Las velas de múltiples colores
raramente proporcionarán suficiente energía o “sentimiento” adicional a
una evocación para hacer que valga la pena y usualmente llevará más
hacia un pasatiempo distractor de selección de velas. Simples velas
negras o blancas serán suficientes. Una regla general en la preparación
para la evocación es que el triangulo, sus contenidos y el Circulo
visible están ahí para el Convocado. Todo lo que está dentro del
triangulo es para ti. El foco del ritual de evocación no eres tú, el
objeto, sino el espíritu que deseas llamar, el sujeto; y así, la mayor
parte de lo bonito, los colores brillantes y arreglos decorativos deben
ser consignados a la circunferencia del Circulo o al área del Triangulo.
En efecto, a pesar de tener un Circulo hecho de fuego o piedras de rio o
cualquier otro aparato y aunque el triangulo pueda contener la
escritura más ornamentada que exista para sellarlo, así como también un
brasero de siglos de antigüedad en el que el incienso será quemado, el
interior del Circulo – el área en la que tú, el Evocador, Operas- debe
permanecer completamente libre de todo. Todos los objetos sobre el altar
deben ser funcionales. Las velas blancas o negras sirven para iluminar
el área inmediata, el cáliz mantiene el vino y es la parte receptiva de
la energía del ritual y la daga ritual dirige la voluntad del hechicero y
puede, a veces, ser usada para cortar.
Las
dos velas deben ser puestas en los bordes izquierdo y derecho del
altar. El cáliz es puesto a la izquierda del altar, al interior de la
vela y debe estar medio lleno con vino, hidromiel o sangre. La daga debe
ser puesta de igual modo a la derecha, su punta filosa hacia el
Triangulo. Un diario debe estar presente sobre el altar, en el que los
detalles de la evocación pueden ser registrados inmediatamente después
de la despedida de la entidad, así como también cualquier instrucción
específica dada por el espíritu Convocado. Aunque mayormente es mucho
mejor tener la Operación completa de principio a fin aprendida de
memoria, para el propósito de tus primeros rituales de evocación, puedes
llevar al Círculo notas que has hecho o incluso este libro completo.
Cualquier cosa que elijas, debes tener un cuaderno o un libro guía en
lugar de hojas de papel sueltas. El objeto final para ser puesto sobre
el altar es el sigil del espíritu, dibujado en un cuadrado de papel o
pergamino de cinco pulgadas, con la cara hacia abajo sobre el altar.
En
la evocación tradicional, el Convocador estará armado usualmente con
una espada ritual, la cual actúa en una manera similar al de la daga
pero puede ser extendida hacia fuera del Círculo. Tal herramienta
es ventajosa cuando el incienso en el brasero comienza a menguar,
permitiéndole al Mago poner una pila de resina sobre la parte plana de
hoja, alcanzando el centro del Triangulo de Manifestación y echando el
polvo hacia los carbones. Evitando lo superfluo, sin embargo, no hay
necesidad de comprar o manufacturar una espada ritual y consagrarla para
el Gran Arte cuando su única función es transportar incienso desde el
Circulo al brasero – asumiendo que el operador ha evolucionado más allá
de la creencia de que con el fin de conseguir la ayuda de una entidad
cuya misma naturaleza es realizar la tarea encomendada puesta sobre esta
debe ser vencida en coerción y amenazado con una Autoridad Divina que
muchas de estas intimidaciones rituales no poseen en primer lugar. Una
lama de metal o incluso de madera puede fácilmente ser usada para el
propósito de mover el incienso, así como también una plétora de aparatos
premanufacturados ¡diseñados específicamente para esta tarea!
Regresando
al Templo en la hora señalada, tu primera tarea será la consagración de
todos los aparatos Mágicos(k) que serán usados para llevar acabo la
evocación de la entidad elegida. Esta consagración separará cada aparato
en tu mente como teniendo importancia en el ritual, así como también
imbuirá a la materia física con importancia espiritual real y tangible.
Casi todo sistema de evocación fuera del presentado aquí, demanda que
cada herramienta ritual sea consagrada poco después de que es procurada,
envuelta en seda negra o alguna otra tela y puesta lejos hasta el
tiempo de la evocación. He encontrado una y otra vez que si las
herramientas de Magia(k) son consagradas y apartadas durante un ritual
real que pretende traer resultados reales, la consagración tendrá un
efecto más realista en las herramientas y el operador que si ellas
fueran cargadas con poder en un ritual que no tiene propósito en el
mundo real. El acto completo de la Magia(k) es traer aquello que existe
en los reinos y estados más allá de la carne a través de los velos de la
visión y el tacto en el real mundo solido. Ningún otro ritual
ejemplifica esta doctrina más que el de la evocación a la
materialización física. Incluso en el Ascenso, el hechicero no está
elevándose hacia un nivel superior o plano de existencia, sino que está
alcanzando su propia Divinidad interna y llevando aquello hacia el ser
presente y físico, permitiendo a tu autonomía latente estallar desde tu
interior. Comprar un martillo, sabiendo en lo profundo de ti que es un
martillo, imaginando las casas que el martillo construirá y pretendiendo
golpear clavos en la madera no hace absolutamente nada bueno. El
martillo es sólo una herramienta cuando es usada como tal. De otro modo,
es un pedazo de metal unido a un palo.
Párate
detrás del altar encarando a la dirección desde la cual llamaras al
espíritu. Realiza la Invocación de la Omnipotencia como es dada en el
Capitulo Tres, manteniendo la fuerza omnipotente dentro de ti en lugar
de exhalarla. Pon tus palmas sobre el altar, tus muñecas y tus dedos
relajados y cierra tus ojos. Lleva a tu visión interna la imagen del
altar, sintiéndola debajo de tus dedos y viéndola claramente en tu
mente. El piso y los muros del Templo no son importantes, como lo son
los objetos sobre el altar. Inhala, sintiendo la brillante omnipotencia
agitándose dentro de ti, sintiendo tu torso, sintiendo tu torso, brazos y
manos temblando con la electricidad que esta a punto de fluir a través
de ellos. Mantén la respiración por un momento y siente el brillo
llenando tu pecho, listo para explotar en el mundo. Libera el aire a
través de tu boca y simultáneamente libera tanto como puedas el poder
dentro de ti a través de tus manos hacia el altar. Siente los huesos,
músculos y carne sobres tus brazos y manos separándose, cediendo paso a
la fuerza sobrenatural que fluye a través de ti. Siente la dura materia
fría debajo de tus dedos cobrando vida. Visualízalo brillando con la
misma brillantez que está dentro y alrededor tuyo. A medida que la luz
te deja, conoce que esta es regenerada instantáneamente, tu cuerpo
convirtiéndose en una fuente eterna de poder. Permite que este poder
continúe inundándose de ti hacia el altar, llevando a una asombrosa vida
cada una de sus moléculas.
Si
has dominado y te has vuelto cómodo con el ejercicio para invocar la
omnipotencia, el flujo del poder dinámico, creativo y asertivo, no
necesitará ser forzado o imaginado en ningún modo, sino que desbordará a
través de ti sin restringir el momento en que quieras que sea así.
Cuando
el altar no acepte más poder y luz, inhala y siente el flujo de la
omnipotencia tangible cesar, la energía moviéndose desde tus manos a tus
brazos y finalmente regresando al almacén dentro de tu torso. Mira
hacia el altar y ve el brillo Divino emanando de este, todos los
gránulos de su composición cantando con vida. Antes de que rompas la
conexión entre tus manos y el altar, sella el poder y luz dentro de
este, para que cada una de sus fibras contenga la omnipotencia mucho
después de haberse convertido en polvo. Inhala, recupera tu enfoque
sobre el altar y di en una clara vos suave, “Creación de
(piedra/madera/plástico), se el altar y la fuente sobre la cual mi
universo será llevado a la existencia. Sello este llamado sobre ti y
sello el poder para realizar tu función dentro de ti, Eterno”. Ve en tu
visión interna la luz y el poder con la que has llenado el altar
salificándose, convirtiéndose en una cosa de este plano físico en lugar
de una abstracta idea espiritual. Siente la luminiscencia mezclándose
con las molecular del altar, el objeto no siendo más simplemente físico,
pero a la misma vez no siendo puramente espiritual, sino una unión
entre lo superior y lo inferior.
La
misma transferencia de poder y propósito debe ser hecha, primero con el
cáliz primero, sosteniendo el cuenco de este con ambos manos e
infundiendo vida en el metal. Llama, “Creación de latón/plata/lata, se
el cáliz que mantenga el poder de las Operaciones de Magia(k) dentro de
ti y ofrece las aguas de vida a los labios del digno. Sello este llamado
sobre ti y sello el poder para realizar tu función dentro de ti,
Eterno”. Visualiza el poder siendo sellado dentro de las moléculas del
metal y pon el cáliz en su lugar y toma la daga ritual en tu mano
derecha. Juntando tu mano derecha y la daga dentro de tu mano izquierda
apunta hacia arriba, mantén la daga a unas cuantas pulgadas de tu
esternón y comienza a infundirlo con la fuerza omnipotente dentro de ti.
Cuando está rebozando de poder, llama, “Creación de acero, se la daga a
través de la cual la voluntad y el poder de la Magia(k) pueda fluir y
causar cambio en este mundo. Sello esta llamada sobre ti y sello el
poder para realizar tu función dentro de ti, Eterno””. Visualiza el
poder y propósito siendo sellado dentro del acero y baja la daga a tu
lado en tu mano derecha.
Camina
hacia el triangulo de Manifestación y, comenzando en el punto más cerca
al Circulo, traza el contorno del triangulo. Siente la fuerza dentro de
ti viajando hacia tu brazo, a través de tu mano, llenando la daga y
saliendo de su punta en la forma de una luz ardiente. A medida que la
punta de la daga pasa sobre las líneas, visualízalas brillando en rojo,
como si una línea de fuego espiritual remplazara las líneas dibujadas.
Si tienes caracteres grabados o imágenes dentro del triangulo, estos no
necesitan ser trazados. Cuando haz regresado al punto de origen, mantén
la daga a tu lado en tu mano izquierda y extiende tu mano derecha sobre
aquel punto. Ve en tu visión interna al brillante triangulo rojo que haz
dibujado en el mundo espiritual. Siente su propósito de proporcionar un
lugar donde el espíritu pueda manifestarse. Di, “Creación de Magia(k),
se el Triangulo de Manifestación en el cual el espíritu ( nombre del
espíritu) se materializara ante mi cuando sea llamado. Mantén dentro de
ti los elementos y fuerzas requeridas de (nombre del espíritu) para que
se manifieste en una forma que pueda contemplar ante mí. Sello esta
llamada sobre ti y sello el poder para realizar tu función dentro de ti,
Eterno.”
Antes de que dejes el triangulo, enciende los carbones dentro del bracero, preparándolos para el incienso.
Tomando
de nuevo la daga en tu mano derecha, ve hacia el interior del Circulo,
tocando la punta de este que se conecta con el triangulo con la punta de
la daga. Nuevamente, canaliza el poder a través de la daga, emitiendo
una ardiente energía azul a medida que esta deja la hoja y toca el
suelo. Esto también puede ser visualizado como una llama de color índigo
que arde sobre el suelo tocado por la hoja de la daga. Manteniendo la
punta de la daga hacia el Circulo dibujado, muévete en deiseil (en
dirección de las agujas del reloj o “en dirección del sol) para
entidades angélicas, benevolentes o altruistas o muévete en widdershins
(en contra de las agujas del reloj) para entidades demoniacas, malignas o
destructivas; trazando un “doble astral” del perímetro del Circulo en
la ardiente luz azul. De nuevo, si haz decidido usar un mándala
elaborado, todo lo que es necesario trazar es la figura más básica del
Círculo. Cuando has regresado al punto de origen del Circulo, mantén la
punta de la daga en aquel punto que conecta el Circulo a si mismo y de
nuevo al Triangulo y llama, “Creación del Arte, se el Circulo en el cual
lo Eterno es hecho manifiesto ahora y en el cual todas las cosas
formadas y no formadas, pasadas y futuras son llevadas hacia la presente
realidad. Sello este llamado sobre ti y sello el poder para realizar tu
función dentro de ti. Eterno”. Visualiza la función del espiritual
fuego azul con el Círculo que haz dibujado sobre el suelo.
Regresa
a tu lugar detrás del altar, pon la daga en su lugar y mira sobre el
Circulo y el triangulo. Con tus ojos abiertos y tu Visión activa, mira
el brillo rojo del triangulo y conoce su propósito. Mira al ardiente
circulo índigo y conoce su función. Toma una respiración profunda y
siente en tu interior la realidad de estas dos imágenes que has
consagrado. Mira al altar, el cáliz y la daga y míralos brillar con la
vida que les has dado. Mira dentro de ti mismo y siente el Poder Divino
dentro aun radiando, aun brillando con la luminosidad de un millón de
soles, aun listos para verter su poder en el universo.
Toma
el cáliz en tu mano izquierda, la copa sostenida en tus dedos y
apoyando su base en el centro del altar, manteniendo tu mano izquierda
debajo de esta. Mira la luz que ha sido sellada en el altar levantarse
como vapor para calentar el liquido en al cáliz, subiendo por el pie de
la copa como una planta trepadora. Mantén tu mano derecha sobre la boca
del cáliz, tus dedos índice y medio extendidos. Inhala y reúne la
omnipotencia dentro de ti en tu torso. Exhala y comienza a empujarlo a
través de tu brazo derecho, hacia tu mano y siente y ve a esto llenando
aquellos dos dedos extendidos, la brillantez de la luz de vida
descansando en la punta de tus dedos, amenazando hacer estallar la carne
y escapar como un rio hacia el cáliz. Inhala sintiendo el poder en tus
dedos y la fuente de energía detrás de esta creciendo, mete tus dedos en
el vino, exhala y libera la omnipotencia hacia el líquido. Mira en el
cáliz y ve al vino volverse infundido con poder. Siéntelo caliente al
tacto, todo el poder de Dios atrapado dentro de este fluido. Cuando el
vino ha tomado toda la energía que pueda mantener, manteniendo tus dedos
en el vino, di, “Creación de la vid, se el elixir el cual hará a esta
carne inmortal, se la sangre de Dios la cual purificará esta alma, se el
néctar el cual despertará a esta mente, se las aguas las cuales traerán
absolución. Sello este llamado sobre ti y sello el poder para realizar
tu función dentro de ti, Eterno”.
Aunque
la función primaria de este rito de consagración, la cual debe ser
realizada en el principio de toda y cada evocación ritual, es separar
los objetos y aparatos rituales con poder Mágico(k) y propósito
espiritual, su función secundaria y más encubierta es producir la
obtención completa de la omnipotencia. En la cantidad excepcionalmente
pequeña de tiempo tomado para consagrar cada objeto, dibujar el
triangulo y el Circulo en ardiente luz y cargar el liquido dentro del
cáliz, mientras tu entorno cambia y toma una verdadera forma espiritual,
tu mismo estás siendo transmutado también, de pie nuevamente detrás del
altar no como un humano capaz de dudar de aquello que estás apunto de
hacer y apunto de ver, sino como un Ser Divino que sabe que los poderes y
energías que circulan alrededor tuyo y llenan cada línea y objeto
dentro del Templo son capaces de hacer nada más que llevar a la
manifestación completa al espíritu que estás a punto de llamar.
La mayoría de practicantes en este punto, dependiendo del sistema particular en el que Trabajan, comenzarán a decir encantaciones, conjuraciones y constreñimientos los cuales “forzaran” al espíritu a aparecer o prescindirán de estas oraciones e inmediatamente intentaran conectarse con el espíritu a través de su sigil. Con el fin de establecer la conexión substancial necesaria – una conexión que supera por mucho al envidiable intelecto y consciencia humana – una cantidad de gracia y delicadeza necesita ser balanceada con una firme aserción de tu voluntad. Deja el cáliz en el centro del altar, ya que estarás bebiendo el liquido sagrado de este momentáneamente y pon el sigil del espíritu con la cara hacia arriba sobre el altar. Míralo por un momento, sabiendo que este es el símbolo que te vinculará con nadie más que el espíritu que estas a punto de llamar a la manifestación ante ti. Mira hacia el triangulo, en el espacio vacio sobre la imagen dibujada donde el espíritu pronto ocupara y di, “(Nombre del Espíritu), escucha mi voz, ve mis señales y conoce que yo ordeno al universo a traerte ante mi, para que pueda verte, para que pueda escucharte y para que tu poder sea mi poder, tu fuerza sea mi fuerza y tu conocimiento sea mi conocimiento”. Con los mismos dos dedos que fueron sumergidos en el vino, toca la cara del sigil del espíritu, impartiendo la misma energía, llenando las fibras del papel con luz y di, “Sello este llamado sobre ti y sello el poder para realizar esta proeza dentro de este Templo en el cual tu te manifestaras”.
La oración inicial afirma en tu mente que no estas solicitando
la asistencia del espíritu, ni estas dejando su manifestación a debate,
sino que ésta es una realidad y que ha sido sellado para que suceda. A la misma vez, no estás ordenando al espíritu
a aparecer, sino, en lugar, estás ordenando al universo a traer al
espíritu a la apariencia y ordenando al Templo ser el lugar en el cual
este se materializará. Pocos Hechiceros, en sus primeras evocaciones,
son capaces de entender el hecho de que por su propia naturaleza como
seres Ascendentes destinados a la Divinidad, ellos son capaces de tener
poder sobre un demonio o un arcángel eterno aparentemente invisible. Sin
embargo, ellos pueden creer que a través de su Magia(k) ellos tienen
control sobre su entorno, el cual en sus mentes neófitas es inanimado.
Por lo tanto, ellos creen erróneamente que si ordenan al espíritu, puede
rechazarlos; sin embargo, si ellos ordenan al universo en general y al
Templo en específico, estos organismos “reactivos” responderán
infaliblemente.
A
la llamada del nombre del espíritu, en tal estado omnipotente de ser y
con todos los aparatos mágicos(k) en el lugar, el espíritu ciertamente
escuchará tu voz y verás tus señales, su atención completa moviéndose
hacia el Templo, el Circulo y el triangulo de manifestación; y a medida
que la conexión hecha con la entidad se vuelve cada vez más sustancial,
éste se acercará no sólo a la locación del templo, sino que también
descenderá de su morada etérea a través de los velos de la
materialización hasta que se pare sobre esta tierra en una forma que es
innegablemente real.
Es
también en este punto del ritual de evocación que el mareo, agotamiento
físico y cansancio general comenzarán a manifestarse. Al principio, el
Evocador temerá no poseer la resistencia natural para completar el
ritual o será perseguido por la ansiedad de que en tal estado, no será
capaz de luchar con el espíritu por el control. Este estado de debilidad
decidida es a menudo referida como “fatiga Mágica(k)”, es un nivel de
evocación normal y necesario y puede usualmente ser tomado como una
señal de la próxima materialización del espíritu. En cuanto al último
miedo: “no hay necesidad de luchar con ninguna entidad por el control,
ya sea esta el angel de la piedad o el demonio de la pestilencia. No es
por el poder del ser humano quien se debilita bajo la fuerza de la
omnipotencia, quien se pone mal cuando la enfermedad entra a su sangre,
quien debe ser sostenido por comer, beber, dormir y defecar, quien
eventualmente se marchitará, morirá y se pudrirá; no es por este ser que
los milagros son producidos, sino que es atreves del poder del Dios
interno el cual es por naturaleza omnipresente, omnipotente y
omnisciente; que nunca se debilita y nunca muere por el qué el espíritu
es llevado hacia a la manifestación, que es constreñido para hacer la
voluntad del Hechicero, que es obediente a los juramentos que hace y que
al que todo el cielo se separa cuando es ordenado por la voz de lo
Divino, emitido de los labios del humano que tiembla detrás del altar.
El
estado de debilidad puede ser más apropiadamente llamado un estado de
éxtasis. El cuerpo está siendo transfigurado, preparado por un poder que
está más allá de la carne para ver y escuchar aquello que también está
más allá de la carne. El leve agotamiento que sientes en este punto, al
principio del ritual se incrementará a medida que el ritual progresa y
mientras el espíritu se aproxima a la materialización dentro del
triangulo. No luches con esto, ya que al hacerlo, estás luchando con la
misma cosa que te elevará de tu estado agonizante en uno de poder
Divino, sino más bien, cede al agotamiento. Permítele que esto te
abrume. A medida que el ritual continúa y el éxtasis se vuelve más
ferviente, puedes empezar a sentir como si estuvieras cerca al completo
colapso consciente y te desmayarás en cualquier momento. Debes caminar
la línea entre la negrura de la inconsciencia y el orden deseado sobre
tu propio cuerpo, renunciando a tu voluntad de hacer cualquier cosa en
absoluto más que permanecer alerta. Sí tus rodillas están tensas,
relájalas y afloja tu postura. Controla tu respiración, enfoca tu mente y
continúa el ritual.
Mirando
todavía hacia el espacio vacio dentro del Triangulo, levanta el cáliz
sobre tu cabeza, la base de este al nivel de tu frente y di, “Bebo la
sangre de Dios. Tomo dentro de mí todo su poder”*. Bebe un poco de vino
del cáliz, sintiendo a la energía que ha sido infundida en el fluido
refrescando la omnipotencia dentro de ti, redespertando tus sentidos y
llevando tu completo ser de regreso a la vida. Pon el cáliz en su lugar a
la izquierda del altar. Usando una espada ritual, sí has elegido tal
herramienta o la tablita de metal o madera, pon una buena cantidad de
incienso sobre los carbones calientes, creando una gran cantidad de humo
en el triangulo. Pon tus manos, las palmas abajo sobre la superficie
del altar, cada una a un lado del sigil. Mira abajo, hacia el sigil,
toma una respiración profunda y permite a tu visión relajarse para que
no estés contemplando al dibujo, sino más bien que parezca que miras a través
de este. A medida que exhalas, siente que tu mente se conecta con la
mente del espíritu que permanece cerca esperando a ser llamado a la
manifestación. Antes de que cualquier cosa pueda ser llevada a la
realización, primero debe ser llevada a la mente en una imagen clara de
lo que es deseado. Mientras miras en el sigil, lleva a la mente el
propósito por el cual estas realizando el ritual de evocación. Intenta
enfocar tus pensamientos en esta meta como una simple imagen de aquello
que deseas, en lugar de una mezcla aleatoria de sentimientos y deseos.
Decide exactamente que es lo que quieres y mira aquella cosa en tu
mente. A medida que tu imagen mental se agudiza, siente la inminente
realidad de lograrlo. No lo desees más tiempo, sino, conoce, que
está siendo llevado hacia ti en aquel mismo momento. Mientras haces
esto, siente la fuerza pura de este deseo y el conocimiento de su
realización filtrándose desde tu mente hacia el sigil; una transferencia
que es exclusivamente automática. A medida que la energía llena el
papel, las líneas de tinta, al principio, se “sentirán” como si
estuvieran cobrando vida. Ellas lo recorrerán con una energía que
pronto se volverá visible. A menudo, la primera señal de la conexión
completa con el sigil es la desaparición de una sección de tinta de tu
visión. Una línea, una porción del circulo alrededor o un símbolo más
pequeño “saltará” fuera de tu visión y regresará segundos después,
pareciendo usualmente ya no descansar en el papel, sino que flotan sobre
este. Es importante que no permitas a tu visión enfocarse en una
sección que ha desaparecido, sino ver la imagen completa a la vez. Al
hacerlo así, otra sección desaparecerá y regresará con vibrante vida,
hasta que el sigil completo esté completo.
Notarás
antes de que este proceso haya terminado que el espíritu cuyo sigil
estás cargando está mucho más cerca que antes. Aquellos Hechiceros que
han sido bendecidos o maldecidos con clarividencia natural a menudo
escucharán la voz del espíritu anunciando su presencia o comenzarán a
ver el cuarto cambiando visiblemente, volviéndose más oscuro o más
ligero, volviéndose más caliente o tomando un matiz diferente. Si esto
pasa, lo cual ocurrirá más seguido con cada evocación, no asumas que el
espíritu está presente en su plenitud y que puedes comenzar a establecer
acuerdos y emitir ordenes. El espíritu nunca debe ser considerado
manifiesto hasta que puedas verlo en el triangulo y hasta que su boca se
mueva y sus palabras llenen el aire.
Si
el humo del brasero está menguando, adhiere más incienso, regresa a tu
posición detrás del altar y mira de nuevo en el sigil. A pesar de que
tus ojos se hayan apartado de éste, aún debe estar pulsando con la
energía que le haz dado y se sabrá que el espíritu todavía está cerca.
Lleva tu visión del sigil hacia el espacio en el Triangulo, donde la
nube de humo se desplaza hacia arriba, inhala profundamente y siente la
presencia del espíritu moviéndose más cerca hacia aquel espacio que ha
sido separado y sellado para su materialización. Lleva tu mente y visión
física hacia el mismo estado de consciencia que ha sido cultivada al
ver espíritus errantes y con aquella Visión despertada, mira en el
Triangulo. Es en esta coyuntura que la manifestación real del espíritu
comenzará y, sin importar la afirmaciones de Hollywood y una gran
cantidad de modernos asesores ocultos, este proceso toma a lo mejor unos
cuantos minutos, la entera atmosfera del Templo convirtiéndose para
acomodar la presencia del espíritu, las partículas de aire haciéndose
espesas, la iluminación física cambiando, la materia que compone las
paredes, el piso y el techo siendo transfiguradas para aceptar la
completa manifestación de imposibilidad en forma tangible.
Como
la evidencia hasta ahora ha señalado, el cuerpo principal de los
Practicantes ocultos es a menudo dividido en partes duales y la
materialización del espíritu no es la excepción. Un lado afirma con
completa confianza y supuesta autoridad que la materialización del
espíritu en realidad no es física, que en lugar, el espíritu se conecta
con el Evocador en tal grado substancial que el Mago puede ver tan
claramente en su mente una imagen del espíritu que parece real y físico.
El otro lado afirma que el espíritu se manifiesta físicamente, a menudo
acompañado por fenómenos físicos los cuales pueden ser observados y
grabados por absolutamente cualquiera, sin importar la preparación
previa, asó como también ciertos femémonos visuales y auditivos como el
sonido de golpes frenéticos en los murtos del templo, fuertes emisiones
vocales viniendo desde ningún lado, luces erráticas e incluso figuras
brillantemente coloridas, encarnaciones o formas apareciendo. En los
primeros años de mi experiencia y experimentos con la evocación, me puse
del lado de la primera escuela, habiendo evocado y comunicado con los
espíritus principalmente a través de un espejo para skrying y cuando
logré evocar a la materialización completa, días después mi mente
objetiva convencería a mi entendimiento superior que la cosa completa
había sido una proyección de mi cerebro y mis expectativas. Aparte de la
apariencia del espíritu que estaba llamando, nunca había notado ningún
otro fenómeno y estaba seguro de que aquellos que afirmaban haber visto y
escuchado tales cosas estaban simplemente elaborando sus historias por
reacción y atención.
En
el invierno del 2002 viajé al aparentemente único lugar en la tierra
que la luz del sol y la felicidad han abandonado, Wisconsin, a enseñar
en persona estos delicados trabajos a uno de mis más prometedores
estudiantes. Planeaba quedarme y entrenarlo en las facetas más básicas
de lo oculto por lo menos un año y decidimos entonces que él, su esposa
(quien no tenía interés en lo oculto en absoluto) y yo rentaríamos una
casa juntos por el tiempo en que estaría con él. En la casa de dos pisos
que rentamos, tomé el piso de arriba y la pareja se quedó en el primer
piso. Una vez nos habíamos instalado y nos sentimos cómodos con el
arreglo, establecí mi Templo en un cuarto vacio y comencé a Trabajar en
él. Después de alrededor de un mes de vivir juntos, estudiar y poner en
practica los principios de las artes ocultas con mi estudiante, me
encontré en la necesidad de efectuar la completa evocación física de una
muy poderosa entidad especifica. Hice los arreglos apropiados y regresé
al Templo al crepúsculo aquella noche. Comencé el ritual en la manera
expuesta anteriormente, quemé grandes cantidades de incienso, cargué el
sigil, llamé a la entidad a través de la conjuración apropiada y
mientras se materializaba en el cuarto, escuché a la esposa de mi
estudiante en el primer piso gritar en una voz forzosamente fuerte,
“¡Maldita sea! ¡Ya basta!!” Su marido estaba trabajando en el turno
nocturno en un minisúper, así que o ella se lo decía así misma o ella
estaba gritándome. Había dicho la conjuración en voz alta, pero por
ningún medio demasiado fuerte. Había contenido realmente mi voz y mis
acciones con el conocimiento de que ella estaba en casa, como para no
hacer ningún ruido molesto en absoluto.
Regresé
mi atención a la evocación y continué llevando al espíritu a la
manifestación, esta vez, estando seguro de no hacer ningún estruendo que
pueda molestar a mi compañero de casa. En el momento en que el espíritu
estaba completamente a la vista y lo saludé, escuché a la esposa de mi
estudiante gritando profanaciones una vez más, esta vez, murmullando en
las escaleras llena de gruñidos y disgusto hacia mi por alguna razón
desconocida. Ella golpeó mi puerta tan fuertemente como pudo y despedí
rápidamente al espíritu y cerré el ritual. Abrí la puerta de golpe,
lleno de ira y vi a la esposa de mi estudiante al otro lado furiosa, su
cara estaba roja y sus ojos saliéndose de su orbita.
“¿Qué
diablos crees que estás haciendo? ¿podrías tener un poco de respeto por
aquellos que trabajamos en la mañana?” Estaba mudo, sin la menor idea a
lo que ella se refería. Además, yo también tenía un trabajo que atender
en la mañana.
“¿Cuál
es el problema?” conseguí decir finalmente. Ella noto mi expresión
genuinamente confundida e intento calmar su furia tanto como le fue
posible.
“Estoy
tratando de dormir y todo lo que escucho es a ti golpeando los muros,
dando pisotadas en el piso, gritando, aparte de cualquier tipo de luces
que tienes destellando a través de toda la casa!” Estaba más confundido
de lo que había estado cuando abrí la puerta.
“Estaba realizando un ritual, pero sé que estaba siendo silencioso y definitivamente no estaba golpeando las paredes o el piso”. Ella me miró y bajo las escaleras dando pisotones hacia su cuarto.
Cuando
mi estudiante regresó a casa, nos sentamos en nuestra sala y discutimos
el incidente. Pedí disculpas, pero no estaba exactamente seguro porque.
“¿qué clase de ritual estabas haciendo?” preguntó.
“Una evocación”, respondí, no viendo completamente la conexión.
“¿Y crees que lo que sea que estabas llamando pudo haber hecho el estruendo?”
Me senté en silencio, reflexionando la posibilidad de que quizás algo real y algo físico se materializó
en aquella casa y si fue así, ¿por que yo no era consciente del
fenómeno excedente?. Y si realmente los fenómenos siguieron a la
evocación y por cualquier razón yo no estaba al tanto de verlos y
escucharlos ¿ los muros y el piso habían sido golpeados, gritos habían
salido de ningún lado y luces habían destellado del aire vacio todo el
tiempo sin que yo lo sepa?. Por aquel incidente, he vuelto a
realizar mis rituales lejos de los ojos y oídos de otros, mi Templo es
una cueva a un lado de una montaña y cuando evoco al espíritu tomará su
usual forma solida. El viento puede soplar un poco más fuerte antes o
truenos pueden retumbar a través del cielo en coincidencia con la
aparición del espíritu, pero aparte de la imagen del espíritu ante mí y
el sonido de las palabras que habla, no veo luces destellantes ni
escucho golpes en la noche y no hay nadie alrededor que me diga lo
contrario.
La
única separación que puedo encontrar entre aquellos que experimentan
estos extraños fenómenos y aquellos que simplemente ven la única cosa
que se han dispuesto a ver es la aproximación ritual a la evocación y la
preparación del Evocador. A menudo aquellos que experimentan fenómenos
entraran a un ritual con una actitud de “veamos que pasa” o con la
percepción de que la Operación completa está fuera de sus manos y está
en la voluntad y deseo del espíritu. Sus puntos focales son pocos, si es
que ellos tienen alguno en absoluto y simplemente realizan el ritual,
siguiendo los principios básicos de la evocación y esperan que algo pase
– y a menudo algo pasa. Aquellos que no ven nada más que al espíritu y
no escuchan nada más que su voz usualmente entran al Templo con una
expectación segura de lo que ellos verán y como resultará la Operación
completa. Ellos van a la cosa como a un procedimiento científico que
sólo puede tener un resultado si todos los principios correctos son
aplicados y aquello ciertamente es el resultado que encuentran.
Ya
sea si escuchas golpes en los muros y ves luces destellantes, si la voz
del espíritu entra a tu mente o fluye a través del aire o si el humo
del incienso parece simplemente suspenderse en el aire y se envuelve
estrechamente alrededor del Triangulo, mantén tu enfoque y tu propósito.
Inhala
lenta y profundamente y siente al espíritu en el mismo modo que haz
sentido a los espíritus en tus ejercicios previos. Relaja tu mente y
permítele encontrar la locación dele espíritu que estas Convocando, el
cual debe estar tomando forma en el triangulo. Si no es así, sino que
más bien deambula por el cuarto, intenta no desviar tu atención de éste,
sino permanecer concentrado en el Triangulo y en el humo del incienso
flotando. Siente que la conexión interna entre tu mente y voluntad y la
del espíritu tan segura como cualquiera otra cosa y usando aquella
conexión, “desea” que el espíritu entre al Triangulo. La clave aquí no
es intentar forzar con tus pensamientos o sentimientos al espíritu a
hacer alguna cosa, sino más bien libera tu deseo y tu duda y conoce
que el espíritu se mueve hacia el triangulo, Desde el centro de tu ser,
donde el Único Dios Verdadero reside, desea que el espíritu vaya hacia
el triangulo. Entrarás en un tipo de estado meditativo o Gnóstico al
hacerlo, el éxtasis que se había deslizado previamente sobre ti
volviéndose más fiero, sin embargo, un tipo único de control también
está presente e innegable.
A
medida que esta aserción de voluntad silenciosa y pasiva toma lugar,
con tus ojos cerrados aún fijos en el humo, recita la conjuración que
llamará al espíritu a la manifestación. Inhala, deja que la fatiga y el
éxtasis Mágico(k) desvanecerte tanto como lo hará, reaviva tu
consciencia de la omnipotencia que está dentro de ti, siéntela fluyendo
hacia tu garganta y derramándose de tus labios por las palabras de la
conjuración.
“(Nombre del Espíritu),
te llamo y te conjuro para que te pares en este Templo y para que tomes
tu lugar dentro del Triangulo. Te convoco para que te manifiestes ante
mí en una forma que se pueda contemplar y para que hables conmigo con
una voz discernible. (Nombre del Espíritu), te doy licencia para aparecer, te doy poder para que te manifiestes, te doy este llamado para que vengas. (Nombre del Espíritu), ¡ven!”
Después
de que esta simple conjuración sea dada, el espíritu comenzará a
materializarse inmediatamente, lo cual a menudo, no será un proceso
instantáneo. A medida que se mueve a través de los mundos de energía y
espíritu hacia el reino de la carne, la composición física del Templo
cambiará más dramáticamente, el aire haciéndose espeso, las luces
oscureciéndose o volviéndose más brillantes y el éxtasis que te ha
estado tomando alcanzará un pico vertiginoso. Mientras la realidad se
ajusta para hacer camino al Convocado, no rompas tu atención y tu
voluntad del Triangulo y repite en una voz silenciosa, “(Nombre del Espíritu) ¡ven!”.
El resultado psicológico de la Operación, hasta el momento, con los cambios atmosféricos y del entorno, el culminante agotamiento espiritual, la fuerza de la llegada del espíritu en sí y el flujo constante de omnipotencia a través de ti será una sorprendente revelación, viendo a través de la niebla que amenaza con extinguir la consciencia de la imagen del espíritu construyéndose en el humo; o la de una a menudo más intensa experiencia del yo completo hundiéndose bajo el mundo causal, cayendo en el inframundo y su trance nihilista como si fuera a través de ardientes anillos de realidad hasta que encuentres que el espíritu está tan cerca que puede ser tocado si es que te atreves, puede ser ingerido con una respiración, parándose en su totalidad en el centro del Triangulo, un invitado en este mundo esperando la bienvenida de su anfitrión.
No
juzgues la visión, en cualquier manera que se muestre a si misma. El
espíritu ha aparecido ante ti y tú puedes ciertamente verlo,
escucharlo, oler la influencia viniendo de su recientemente cristalizada
piel – haz llamado en todas las formas a la completa manifestación
física al espíritu que haz convocado. No permitas que tu cerebro intente
interpretar la imagen o las funciones de los sentidos; simplemente
mira, escucha y acepta el poder y la gloria que ha sellado la comunión.
Da la bienvenida al Convocado breve, pero graciosamente: “(Nombre del Espíritu),
te doy la bienvenida a este Templo y te agradezco eternamente por
responder a mi llamado y por tu asistencia rápida y completa”.
El
Evocado raramente responderá y aquellos que raramente lo hacen, lo
harán en una manera Cortez. No te desconciertes por su silencio o por su
clamor, sino más bien sigue adelante con la intención del ritual: lo
principal de la tarea.
“(Nombre del Espíritu) , es mi voluntad que...” Es en este punto que tus deseos deben ser hechos conocidos con precisión.
Estos espíritus que has llamado son antiguos, habiendo visto a cada
civilización levantarse desde nada y regresar a nada, si es que
personalmente no han puesto una mano en el proceso. La mayoría del
tiempo, el Convocado conocerá porque lo has llamado antes de que la
conjuración incluso haya sido recitada y espera ser soltado en el mundo
para llevar a cabo tu voluntad a tu orden. A pesar de las admoniciones
de los píos, un Templo no es un lugar para la culpa, vergüenza, timidez o
ambigüedad. Más bien, es el único espacio donde puedes pararte y
declarar tu lugar y afirmar tu derecho de nacimiento como Dios de tu
mundo. Los espíritus a menudo serán capaces de aconsejar cual es el
mejor camino para tomar hacia tu meta y si lo tramas junto con ellos,
tramaran una ruta para que no tenga ningún otro posible fin más que el
logro de tu ella.
Cuando
haz ganado la información o proporcionado la tarea, despide al espíritu
para que haga el trabajo o para que regrese a su lugar de origen. Con
los vestigios finales de la omnipotencia dentro de ti, di, “(Nombre del Espíritu),
gracias eternamente por tu asistencia y por la realización de las
tareas con las que has sido encargado. Ve ahora al mundo para traer a la
manifestación aquellas cosas, armado con el poder y sellado con el
propósito. (Nombre del Espíritu), eres despedido”. Con esto, el
cuerpo del espíritu comenzará a disiparse. El Templo, sin embargo,
mantendrá aún las alteraciones del entorno que han sido hechas, tales
como la luz, la espesura del aire, etc. Hasta que tales energías sean
exorcizadas o desaparezcan con el tiempo.
Solamente
una vez en mi carrera como Evocador el espíritu no se marchó cuando fue
despedido y algo semejante fue ciertamente una ocasión para una inmensa
ansiedad. Había evocado a un espíritu planetario por asistencia en la
creación de un cierto trabajo de arte y aunque la naturaleza del
espíritu es conocida por ser esencialmente benevolente, también tiende
hacia una malicia infantil, actuando a veces como el genio embaucador.
Di la despedida, pero todavía estaba de pie en el Triangulo armado con
una gran sonrisa infantil. Repetí la despedida y él todavía permanecía
ahí. Esto ocurrió dentro de mi primer año de experiencia en la evocación
y no estaba preparado completamente para el evento. Estuve de pie en
el Círculo, aterrorizado y confundido, sin saber que podía ser hecho e
incluso más aterrorizado de la posibilidad de que el espíritu pueda
elegir nunca marcharse y el daño que podía llegar a mí como resultado.
Finalmente hojeé las páginas del grimorio en el que había encontrado el
nombre y el sigil del espíritu y recite el destierro que finalizó el
ritual completo y luego el espíritu se desvaneció. Por si acaso, repetí
el destierro, cerré el ritual y dejé el Círculo. Tomo unos cuantos
meses, después de aquella ocasión para que me atreva a realizar otra
evocación.
Si
has elegido realizar un destierro después del ritual de evocación, en
lugar de permitir que la energía del Trabajo se disipe por si misma o si
la rara y desafortunada experiencia relatada anteriormente honra tu
Templo, el siguiente destierro, tomado del grimorio recientemente
traducido Kingdoms of Flame1, siempre me ha servido bien. Éste
debe ser dicho con autoridad y con un conocimiento seguro de la potencia
de las palabras, el sonido que va a limpiar el área de todas las
energías cualesquiera que sean.
“Ashtu malku ta dat arkata
Sastus seckz altamu partu
Iretempal krez ta felta
Vaskalla regent met senturus
Ta sastrus estos melta
Kelta, kelta, ketla, hine.”
Al
decir este exorcismo, la aparente iluminación y la composición del aire
en si mismo se aligerarán y usualmente con no más de tres repeticiones
el Templo estará como antes de la evocación.
En
la conclusión de una completamente exitosa Operación de evocación,
sentirás un agotamiento inmortal, como si pudieras dormir por días. Un
hambre voraz también puede empezar. Para propósitos de retracción, es
siempre mejor satisfacer tu hambre antes de satisfacer tu cansancio, no
para permitir a tu mente moverse directamente del estado divino al
estado inconsciente, sino para regresar a un estado de funcionamiento
normal antes de algo más. Intenta hacer algo que saque tu mente
completamente de la hora previa. Mirar televisión o leer un libro pueden
no ser las mejores opciones para regresar a un estado normal, ya que
ambos te permitirán desviarte del show o la historia, y en lugar ensoñar
con la cara y la voz del espíritu o el sentimiento del poder divino que
se movió a través de ti. Siempre he preferido la compañía de otra gente
directamente seguido de la compañía de seres inmortales como un balance
perfecto.
Cuando
seas capaz de pensar en la evocación y la cosa completa parezca como un
evento recordado de un sueño distante o una vida pasada, puedes estar
seguro de que tu mente ha regresado a un estado de operación normal y
puedes también estar seguro de que el espíritu es capaz de trabajar
sobre el mundo sin ninguna restricción tuya. Aunque la novedad de la
Operación se desvanecerá y la realidad de esta pueda ser cuestionada en
los días y semanas siguientes, cada vez que regreses al Templo, los
espíritus volarán a tu orden y te pararas de nuevo sobre la pirámide de
cráneos como Dios de tu mundo.
A
medida que encuentres más espíritus para evocar y tus deseos y
problemas en la vida se vuelven cada vez más importantes e incluso
Eónicos, encontrarás a menudo que gravitas naturalmente hacia uno o dos
tipos específicos de entidades. Por un buen tiempo, trabajé con nada
más que demonios y en una rara ocasión que había necesitado convocar a
un ángel, el sentimiento de la Operación completa fue extraña para mí,
no porque la sintaxis había cambiado, sino porque en la compañía de
demonios, yo mismo me había convertido, por así decirlo, demoniaco. Mis
pensamientos, actitudes y acciones se volvieron cada vez más oscuros,
más siniestros y en el pico de mi comunión demoniaca, me había vuelto
criminalmente malévolo. También experimenté un poder y una superioridad
sobre la raza humana a quienes veía más y más como una especie extraña
arreados de un lado a otro de este planeta hasta su inevitable extinción
por aquellos de mostros que reinaban. Mi mente no estaba funcionando
como lo haría la de un humano, sino que en lugar estaba observando a
través de la ventana colectiva de los demonios con los cuales me
rodeaba. La explicación ortodoxa fue una obvia posesión o como los
Exorcistas Católicos afirmaban, estaba “perfectamente poseído”,
completamente consciente de la influencia demoniaca dentro de mí, y
aceptando completamente aquella influencia en mi vida.
Los
ocultistas modernos separan la posesión clásica de la “obsesión
demoniaca” que puede ocurrir con la evocación. El Evocador se volverá
muy encaprichado con una entidad o un tipo de entidad que él no evocará
nada más y como resultado saturará todo su ser con las energías,
pensamientos y actitudes e incluso con los familiares de aquellas
entidades las cuales evoca. Este es el viejo adagio de rodearte con
personas en las que quieres convertirte, en lugar de rodearte con
aquellos que desean volverse como tú.
Aunque
encontrar el balance perfecto es esencial para Ascender, también hay
mucho por decir de experimentar todo a su plenitud, sumergiéndose uno
mismo en la oscuridad y la maldad al punto del olvido y luego elevarse
del sendero de la Perdición hacia la gloria y la luz enviada por los
ángeles y moviéndose dese ahí hacia el sendero medio de exaltación más
allá de la carne y sobre el trono de Dios. Sin embargo, la mayoría se
pierde en la oscuridad o en la luz y nunca encuentra aquella columna de
Luz y sonido que ofrece llevarlos al corazón de lo Eterno. No obstante,
sólo hay una entidad en todo el universo quien es capaz de revelar tu
destino y los pasos necesarios para caminar hacia este, y aquella
entidad eres tú mismo. Has decisiones conscientes respecto a con que
entidades vas a Trabajar. Comprende su naturaleza y su intención y
evócalos conociendo que a medida que lo haces, puedes encontrar dentro
de ti mismo una familiaridad con aquel espíritu y un deseo de mantener
su poder y conocimiento para ti mismo, en lugar de relegar tus tareas a
los espíritus. Vuélvete responsable, cada vez que entras a tu Templo,
por la dirección de tu propio movimiento espiritual, ya sea este a la
izquierda o a la derecha, hacia el cielo o el infierno, no pongas tu
destino en las manos de nadie más que tu mismo.
Sin
importar con que entidades específicas elijas alinearte y en
consecuencia elijas ser como ellas, el consejo más grande de los más
grandes Magos es evocar con frecuencia. Rodeándote constantemente con
aquellos que deseas emular, gradualmente absorberás más y más de sus
virtudes, impregnado con el mismo poder que estás Convocando. Evocar a
las entidades de tu deseo también pondrá en efecto un cierto momento
compuesto. Los espíritus y sus poderes permanecerán activos en tu vida,
sus familiares rodeándote y sus energías afectando todo a tu alrededor.
La fuerza que está dentro de ti y aquellas que están fuera, se volverán
activas de la manera más espontanea.
NOTAS
*
En el original el autor pone His/Her/Its, lo cambio simplemente a “su”,
su sobre entiende que la persona que trabaje con este método de
evocación tiene su propia idea de “Dios”, ya sea éste un ser externo,
interno, masculino, femenino, andrógino, etc. (N del T.)
1. Baron Archaelus. Kingdoms of Flame. Jyväskylä. Finlandia: Ixaxaar Publications. 2005.
No hay comentarios:
Publicar un comentario